Conducir con una tasa de alcohol superior a 0,3 triplica los riesgos de accidente
Un estudio científico respalda la reducción del límite hasta el 0,1 miligramos, lo que en la práctica supone no consumir bebidas alcohólicas

Reducir la tasa de alcoholemia de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre (0,25 miligramos por litro de aire espirado) a 0,2 (0,1 en aire) supone rebajar entre tres y cinco veces el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. Así se desprende un estudio elaborado por el Instituto Universitario de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial (Intras) de la Universidad de Valencia, presentado hoy por la mañana en la Dirección General de Tráfico (DGT). El Congreso de los Diputados está tramitando una proposición de ley del PSOE para reducir y unificar la tasa de alcoholemia en la conducción a 0,2 gramos.
El estudio del Intras ha analizado los datos de personas fallecidas en siniestros viales, desde que existen registros oficiales, en 1950. Según ha explicado el catedrático y director del grupo de investigación, Luis Montoro, en esos 75 años han fallecido por culpa del alcohol vinculado a la conducción unas 100.000 personas. Para ello han analizado las bases de datos de la DGT, de la Fiscalía de Seguridad Vial, del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT. “El problema del alcohol ha ido en aumento en los últimos años. Y hay una cosa clara, si el alcohol está presente, el accidente es mucho más grave”, ha destacado Montoro. En 2023, el 32,7% de las personas fallecidas en un siniestro vial a las que se les hizo las pruebas durante la autopsia dieron un resultado positivo en alcohol y de los 117 peatones muertos en atropello, el 58,8% también había consumido alcohol.
Entre 2018 y 2022, se registraron en España 467.117 accidentes con víctimas, de los que 18.727 estuvieron relacionados directamente con el alcohol. Esto supone un 20,3% de incremento en solo cinco años. A ello se une que, según ha detectado el Instituto Nacional de Toxicología, hay cada vez más conductores que mezclan el alcohol con las drogas. “El alcohol, incluso en pequeñas cantidades, puede afectar a la visión, a la coordinación, al tiempo de reacción, a la percepción del riesgo, a la toma de decisiones, a las distracciones, a la precisión de las maniobras, a la fatiga, al comportamiento del conductor y así un largo etcétera”, ha explicado el director del grupo de investigación.

Montoro ha destacado que países punteros en seguridad vial como Suecia y Noruega ya tienen la tasa de 0,1 desde 1990. Desde entonces, han reducido las víctimas entre un 12% y un 15%; los fallecidos, un 8% y conductores infractores, entre el 16% y el 18%. El estudio también plantea que se modifiquen las sanciones a los infractores. La primera opción es imponer una multa de 300 euros y quitar dos o tres puntos. La segunda dependería del grado de alcoholemia: entre 0,2 gramos por litro de sangre y 0,4 la sanción sería de 200 euros y la detracción de dos puntos. De 0,41 a 0,50, el infractor tendría que pagar 300 euros y perdería tres puntos. El resto de sanciones quedaría como está en la actualidad: hasta un gramo en sangre, 500 euros y cuatro puntos. Si supera ese límite, se llega a los 1.000 euros y los seis puntos, según ha explicado José Ignacio Lijarcio, uno de los coautores del estudio.
Dobles pruebas de alcohol y drogas
Lijarcio ha destacado que es necesario una buena campaña de información y de concienciación para que los conductores sepan los nuevos límites y la necesidad de adoptarlos. Para ello, deben estar implicados también los medios de comunicación y los ámbitos educativos, laboral y en la formación de los futuros conductores. “Siempre hay que recordar que la última decisión es del conductor”, ha concluido el experto. Este también ha recomendado el incremento de los controles de alcoholemia, en especial en zonas urbanas, como una estrategia visible, y generalizar la doble prueba de alcohol y drogas.
El director general de Tráfico (DGT), Pere Navarro, ha sido contundente con la necesidad de rebajar la tasa legal: “El mundo es complicado y los mensajes deben ser sencillos. Se ha acabado. Lo del alcohol y la conducción es incompatible”. También ha recordado que su aprobación supone seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la Unión Europea, del Consejo Europeo de la Seguridad en el Transporte (ETSC, por sus siglas en inglés) y de colectivos y asociaciones de víctimas y profesionales. “Tenemos que superar el debate de si doy positivo con una o dos cervezas, con uno o dos vinos, que si peso tanto o si soy hombre o mujer. La tasa de 0,1 supone en la práctica el 0,0 y que no se puede beber alcohol si se va a conducir”, ha añadido. La presentación de enmiendas a la proposición de ley presentada por el PSOE termina el próximo 22 de abril y la aprobación definitiva no tiene todavía una fecha fijada. “Todos tenemos una deuda con tantas y tantas víctimas y con los familiares de esas víctimas. Espero que esto sirva al menos para pagar parte de esa culpa”, ha afirmado Navarro.
El director general también ha destacado la importancia de unificar en una sola tasa los límites para todos los conductores. En la actualidad, los profesionales y los noveles la tienen más reducida: 0.25 mililitros por aire espirado (0,5 gramos en sangre). También ha recordado que recibió en marzo de 2024 el encargo directo del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de acabar con la alta siniestralidad vial derivada del alcohol. “Antes incluso de que llegar al Congreso de los Diputados, ya recibíamos numerosas peticiones tanto de administraciones públicas como de entidades privadas solicitando una reducción del límite legal. Incluso la propia ciudadanía nos reclama avanzar hacia una tasa 0,0 como reflejo de una mayor conciencia social”, ha afirmado.
Navarro ha explicado que no se ha optado por la tasa 0,0 porque “somos gente seria y rigurosa”: “El mensaje es el mismo que el que dijo Steve Wonder hace 40 años de si bebes no conduzcas. Ha pasado ese tiempo y nos encontramos en el mismo punto”. El 0,0, según el director general, es difícil de conseguir dado que un simple bombón de licor, una torrija o un guiso pueden motivar que se dé una tasa positiva en un control. De la misma opinión ha sido Luis Montoro, que ha señalado el etanol se puede dar en frutas muy maduras y que algunas ya lo tienen en su composición (ha citado el serbal y el durian), además de algunos guisos, algunos productos farmacéuticos, algunas bebidas denominadas falsamente 0,0 y algunos casos de falsos positivos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
